Actualizado: 4 de may de 2021
¿Para qué crees que sirve la mantita de tu perro?
El uso de la manta ayuda a cubrir una de las necesidades fundamentales de tu perro, su seguridad.
Es muy común que tu perro sienta una cierta incomodidad e inseguridad cuando tiene que permanecer quieto en una lugar desconocido o poco habitual, por ejemplo en una cafetería, el transporte público, la casa de un amigo o familiar, una terraza o inclusive en alguna pausa durante su paseo habitual.
Recuerda que tu perro gestiona el territorio de una forma diferente a como nosotros los humanos lo gestionamos.
Aunque tu perro no presente signos evidentes de estrés al quedarse tumbado en un lugar publico, la tensión social que sufre sí es significativa.
La conveniencia del uso de la mantita como objeto transicional para el perro se fundamenta en varios estudios sobre la transición entre la fase del cuidado materno y la de la separación, tanto en humanos como en animales. Dos de ellos atrajeron particularmente mi atención:
El primero, un estudio del psicólogo estadounidense Harry Harlow: Este demostró el apego de la cria de mono hacia la madre utilizando dos madres fetiches: una mona de metal con un biberón de leche y otra mona revestida con un tejido parecido a la piel y al pelo de la madre biológica .
La cría de mona sometida al experimento se alejó de la mona fetiche cubierta con el tejido sólo el tiempo necesario para beber la leche de la otra mona fetiche, la de metal. Una vez bebida la leche del biberón, el cachorro de mona regresó al fetiche "caliente", abrazándolo y confortándose.
El segundo experimento es el conocido con el nombre de "objetos transicionales” y fue llevado a cabo a mediados del siglo XX por el pediatra y psicoanalista inglés Donald Winnicott.
Este estudio, realizado con seres humanos, define el objeto transicional como un objeto material con el cual el bebé, entre los cuatro y seis meses de vida, desarrolla una relación de apego. Este objeto cumple funciones muy importantes a nivel psicológico, por ejemplo la de constituirse como fuente de placer y seguridad cuando la madre (o la figura de apego principal) está ausente.
Por eso, a menudo, el niño busca ese objeto transicional precisamente cuando necesita confortarse, cuando debe hacer frente a situaciones nuevas que ya identifica como potencialmente estresantes.
Muchos elementos se pueden convertir en el objeto transicional de un niño. Los más típicos son; peluches, muñecos, mantitas, o cualquier otro objeto con estas características.
Por lo tanto, la manta de nuestro perro es fundamental para él, tan fundamental como sabemos que es una correa larga o un arnés comodo.
Sorprende sin embargo que sean muy pocos los profesionales que la aconsejan hoy por hoy. Sorprende también que sean los propios cuidadores los que defiendan la inutilidad de la mantita argumentando que sus perros no sufren ninguna dificultad quedándose quietos en un lugar que no es su casa. Como decía más arriba, aunque tu perro no presente signos evidentes de estrés al quedarse tumbado en un lugar público, la tensión social que sufre sí es significativa.
No caigas en el mismo error! Sabiendo ya lo que significa el objeto transicional, no estás dispuesto a regalar a tu perro mayor serenidad y seguridad en esas situaciones?
Pruébalo, es un pequeñisimo esfuerzo a cambio de un gran beneficio, aunque parezca que no lo necesita.
¿Estás dispuesto a intentar mejorar la calidad de vida de tu perro?
En el próximo artículo contaré qué tipo de manta es la adecuada, sus medidas, texturas y materiales adecuados.
No te pierdas el próximo artículo!
Ezequiel Dello Russo.
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