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ARRUINADO POR EL EXCESO PERFECCIONADO POR LA CARENCIA de Richard Patton
He tenido el privilegio de leer en español el libro de Richard Patton traducido por Mónica.

Quiero recordarte que este libro se encuentra en Pre-venta con un descuento especial hasta el domingo
8 de octubre 2023
Entre las cosas que cautivaron mi atención fue cómo el autor aborda con maestría el acuciante problema del sobrepeso en perros y gatos.
No se limita a desvelar la trascendencia del exceso de carbohidratos en las dietas de nuestros peludos, sino que, con un toque de humor, nos lleva a reflexionar sobre el camino que estamos recorriendo, tanto nosotros como nuestros fieles compañeros, en busca de una dieta equilibrada.

Además, destaca cómo perros y gatos estos seres que comparten nuestra vida están pobremente adaptados para afrontar un continuo exceso de carbohidratos, característica predominante en la mayoría de las dietas basadas en alimentos industriales.
El libro no se limita a señalar, sino que también ilustra cómo muchos tutores, en su búsqueda por ofrecer la mejor alimentación posible a sus peludos, terminan socavando de forma inadvertida su salud y longevidad. Una revelación impactante, presentada de manera brillante.
Esta obra, escrita de manera excepcional, se sustenta en la antropología, la genética y el comportamiento para establecer un modelo de nutrición lógica y natural. De forma educativa y accesible, orienta a las familias sobre cómo mejorar la vida de sus peludos.
No puedo dejar de mencionar una sección que me dejó perplejo: el análisis de cómo los problemas de nutrición, rarezas en la naturaleza, se han convertido en un problema tan frecuente entre los animales en cautiverio. Un sorprendente vistazo a nuestro pasado a través de los registros arqueológicos nos muestra que, antes de la revolución agrícola hace 10,000 años, los casos de malnutrición eran prácticamente inexistentes. Las deficiencias dietéticas eran raras, y los problemas relacionados con una ingesta desequilibrada de nutrientes eran auténticas excepciones. Sin embargo, tras la domesticación de los cultivos, los restos óseos nos revelan un aumento desolador en los signos de malnutrición. Algo, definitivamente, salió mal desde el principio.

La evidencia es clara: la comida procesada no es amiga de la salud humana. Está compuesta por ingredientes económicos, elevadas dosis de sal y una plétora de sustancias químicas dañinas que buscan realzar su aspecto y sabor. Pero lo más grave es que, en su procesamiento, se despoja de los escasos nutrientes frescos, vitaminas, enzimas y probióticos que pudiese contener en un principio. De ahí que la comida procesada no nutra nuestro organismo de la misma forma que lo hace la comida fresca y natural. Este hecho nos lleva a una conclusión sabia: debemos consumir la menor cantidad posible de alimentos procesados y optar, en su lugar, por alimentos frescos y enteros.

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