¿Qué sucedió cuando Guide Dogs Queensland alimentó a 200 perros con dieta BARF?
En 2009, la organización australiana Guide Dogs Queensland enfrentó una situación delicada: varios de sus perros guía padecían problemas de salud, lo que no solo afectaba su bienestar, sino que también implicaba elevados gastos veterinarios.
Frente a esta realidad, Chris Laine, director ejecutivo de la organización en aquel entonces, decidió implementar un cambio radical en la alimentación de 200 perros: reemplazar la comida seca comercial por una dieta BARF (acrónimo de "Biologically Appropriate Raw Food"), basada en ingredientes crudos y frescos.
La decisión no solo era poco común en ese momento, sino que también iba en contra de la tendencia dominante en la industria de alimentos para mascotas, altamente concentrada en productos procesados. Sin embargo, los resultados sorprendieron a todos.
Con la dieta BARF, Guide Dogs Queensland experimentó una reducción del 82% en los costos de atención veterinaria, logrando un impacto directo en el bienestar de sus perros: los problemas de piel y digestivos prácticamente desaparecieron, y los perros mostraron mejoras en su salud bucodental, un olor corporal reducido y aliento fresco.
¿Por qué elegir una dieta cruda para los perros de trabajo?
El Dr. Richard Malik, experto en veterinaria de la Universidad de Sydney, destacó que la composición de la comida seca habitual va en contra de la naturaleza carnívora de los perros, ya que estos, en estado salvaje, cazan y se alimentan de animales. Por ello, en su opinión, era fundamental brindarles "alimentos con alto contenido proteico y sin exceso de carbohidratos" que puedan masticar y digerir de manera natural. La dieta BARF, al incluir huesos, carnes y vísceras, cumple con estas características, proporcionando nutrientes esenciales que mejoran la salud física y mental de los perros.
Según el Dr. Malik, esta forma de alimentación tiene enormes beneficios para la salud, ya que evita componentes procesados y aditivos que pueden alterar el metabolismo de los perros. De hecho, la industria de alimentos para mascotas en Australia, a pesar de mover 1.800 millones de dólares anuales, es mayormente autorregulada, lo que deja a los tutores confiando en que las empresas actúen de manera ética en la formulación de sus productos. Sin embargo, algunos retiros de productos en Estados Unidos y en otros mercados han sacudido esta confianza, impulsando a muchos tutores a explorar opciones más naturales.
Los resultados de Guide Dogs Queensland y la controversia con la industria de alimentos para perros
La implementación de la dieta BARF fue tan exitosa que durante ese período la organización redujo en unos $80,000 sus gastos veterinarios, según reporta el Dr. Connor Brady en su libro Feeding Dogs. Las enfermedades de piel, oídos e intestinos, que previamente aquejaban a los perros, disminuyeron significativamente. Para una organización que depende de la buena salud de sus perros de trabajo, estos resultados parecían confirmar los beneficios de una dieta cruda y balanceada.
Sin embargo, Guide Dogs Queensland enfrentó un desafío inesperado: la presión de la industria de alimentos. Las organizaciones de perros guía en Australia, al igual que en otros países, suelen contar con el patrocinio de grandes fabricantes de alimentos procesados, lo que les permite cubrir parte de sus necesidades operativas.
En 2015, Guide Dogs Queensland optó por no renovar el contrato del director ejecutivo Chris Laine, y con este cambio en la dirección, los perros volvieron a recibir comida procesada. Esta decisión dejó en evidencia la influencia de la industria y el arraigo que tienen los productos manufacturados, a pesar de la experiencia positiva de la organización con la dieta BARF.
Reflexión sobre el caso de Guide Dogs Queensland: ¿qué le estamos ofreciendo a nuestros perros?
El caso de Guide Dogs Queensland invita a reflexionar sobre lo que ponemos en el plato de nuestros perros. ¿Es la comida procesada realmente la opción más saludable? Los beneficios de la alimentación cruda no solo están en la mejora de la salud física y mental de los perros, sino en el ahorro en costos veterinarios y, sobre todo, en la mejora de su calidad de vida.
A medida que crece la popularidad de la dieta BARF entre tutores y veterinarios que buscan alternativas a los alimentos industriales, este caso nos recuerda que, aunque la maquinaria de venta de alimentos procesados es muy poderosa, la salud y el bienestar de los perros deben ser siempre la prioridad.
Para los tutores que desean reducir problemas de salud, de comportamiento y gastos veterinarios, los alimentos frescos y naturales representar una opción de gran valor.
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